Parque Nacional BARbilla
La historia detrás del Parque Nacional Barbilla y su creación es intrigante. Situada en las escarpadas laderas caribeñas de la Cordillera de Talamanca, se encuentra a 25 km al este de la ciudad de Turrialba y aproximadamente a 3 kilómetros al este de Siquirres, a lo largo del camino hacia la ciudad portuaria de Limón. En particular, se extiende tanto por las provincias de Cartago como por Limón.
El Parque Nacional Barbilla no sólo es reconocido por su diversidad biológica, conocidas como zonas de vida, en Costa Rica sino también por ser una de las regiones geológicas más antiguas de todo el país. También forma parte de la Reserva de la Biosfera Amistad, que abarca 1,5 millones de acres y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El destino de las aproximadamente 12.000 hectáreas de selva tropical prístina dentro del parque podría haber sido muy diferente. En 1990 y los años siguientes, enfrentó la amenaza inminente de la tala. En respuesta, un grupo de personas con mentalidad conservacionista, incluidas las familias de Barbilla Rainforest Lodge, formaron la Fundación Nairi con el único objetivo de preservar el área. Con el apoyo financiero de la organización ecuménica sueca Diakonia, lograron declararla reserva biológica en 1992.
Sin embargo, en 1996, surgió una nueva amenaza, lo que provocó otro esfuerzo de lobby por parte de la Fundación Nairi para garantizar la protección. Con importante apoyo de la red local de organizaciones Foro Emaús, proveniente del Vicariato Apostólico de Limón, y el apoyo del gobierno Sueco y de organizaciones ambientalistas, se ejerció presión sobre el gobierno costarricense para abordar definitivamente la situación en el área de Barbilla.
Finalmente, en 1997, la zona fue designada Parque Nacional, brindando protección a su biodiversidad, incluidas las seis especies de gatos monteses que allí se encuentran, así como numerosas especies endémicas.
En 2006, la Fundación Nairi publicó la guía "Talamanca Indomita: Crónicas - Guía de campo del Parque Nacional Barbilla, Costa Rica", en colaboración con el Departamento de Investigaciones Ecuménicas. El autor, Ingemar Hedström, describe la zona como la principal fuente de especies endémicas del país, incluidos muchos insectos, aves, plantas y, especialmente, bromelias, especies distintas de las que se encuentran en otras partes del mundo.
Además, Hedström y Rodriguez G. descubrieron una nueva especie de cangrejo, Ptychophallus, y la llamaron barbillaensis. La investigadora costarricense Carolina Sanez, junto con otros investigadores, publicó un artículo que describe cómo los raros perros de la selva -Bush dog (Speothos venaticus) fueron observados repetidamente en el Parque Nacional Barbilla en 2019.